Compositor: Bispo Marcelo Crivella
Ella vino movida en la fuerza del amor de su corazón
No invitada entró en la casa de Simón
En la mano un jarrón de mármol
Y los ojos mojados de lágrimas
Para entrar en la historia de amor
Trayendo el perfume para ungir a nuestro Señor
Horas después el Señor fue tomado esa cruz
Había tantas heridas y nadie que lo ayudara
Pero el viento de esa fría tarde
Soplando en cada colina
Trayendo propagación en el aire
El olor del amor derramado sobre nuestro Señor
En la persecución que sufre Universal en todas partes
En el dolor de ver a su líder llevado a la cárcel
En la fuerza que existe entre nosotros
En la fe que nos levanta
En la unión que hacen todos los hermanos
Todavía queda ese perfume esparcido en el aire
Todavía queda ese perfume esparcido en el aire
En el gesto de nuestros pastores que dejan todo y se van
Tomado en el viento donde Dios manda
En la palabra predicada al que sufre
En la fe que sana a los enfermos
En la oferta llevada al altar
Todavía queda ese perfume esparcido en el aire
Todavía queda ese perfume esparcido en el aire
Que tu iglesia, Señor, sea siempre este perfume
Que el viento de tu espíritu se extienda
E incluso en peleas y persecuciones
La vida que tenemos que dar
Seguro que siempre lo será
Ese perfume de amor esparcido en el aire
El perfume universal que nunca terminará